1. Política
de abandonos:
Hoy en día la
politología tiende a la intrascendencia, a la vacuidad. Lo que otrora pudo ser
un útil instrumento en manos de mentes emprendedoras hoy apenas es un complejo
amasijo de hierros de donde se ha tornado imposible extraer respuestas claras y
concisas, callejón sin salida en el que la política es cada vez mas
insustancial y lejana a ojos de la gente común, aunque no hayamos decidido aún,
pagados de nosotros mismos, abrir la ventana y dejar entrar el aire nuevo y
fresco que ventile la profesión con nuevas visiones y enfoques.
Limitaciones de
la ciencia: La ciencia humana, tal como hace con mas suerte la ciencia natural,
ha intentado aproximarse al estudio del futuro de forma empírica, para ello ha
gastado enormes esfuerzos y recursos que sin duda hubieran estado mejor
aprovechados en otros quehaceres. Su fracaso está íntimamente relacionado con
la forma de acercarse a la predicción, analizando el pasado, destacando sus
hechos notables y esperando que, dado el mismo caso, este se repita,
permitiendo así esta actitud pseudocientífica, un absurdo descontrol de las
innumerables variables que afectan a la realidad social, política y económica y
que todavía no han sido enteramente recogidas por la ciencia humana, sin contar
con el prisma distorisionador que es el ojo humano y que corrompe la visión de
las pocas variables que si hemos podido controlar. Isaac Asimov introduce para
una de sus novelas futuristas una nueva ciencia imaginaría, que el denomina
Psico-Historia y que nosotros podíamos definir como Sociología Matemática, (o
absoluta, o exacta) gracias a la cual, a una macro escala galáctica se
soluciona el problama de la predicción del futuro gracias a los recursos
estadísticos que proporciona una humanidad compuesta por trillones de personas
repartidas en millones de mundos, y aun con todo el hombre solo es predecible a
la manera de los gases, sabemos de su tendencia como conjunto, dados ciertos
factores ambientales, pero ignoramos las reglas que dirigen su movimiento
individual (cada partícula), o como bien explica el autor:
“Somos libres para ejecutar las tendencias
estadísticas”.
O de otra forma:
“Las leyes de hierro se cumplen a gran
escala, como la curva de campana de Gauss, sin que ello imponga una merma de
libertad para el individuo aislado.
Si aplicamos a
esto una forma determinista de pensar, encontraremos que tras el Big Bang
quedan establecidas las leyes físicas que gobernarán nuestro universo, por lo
tanto también las leyes de los hombres, que al fin y al cabo solo somos “agua y
tierra” serán descifradas algún dia, de ahí a que en este tiempo y en este
planeta estemoss cerca de descubir que puede pasar mañana aplicando el rigor
científico media un abismo.
De vuelta al
incipiente siglo XXI encontramos que explicar la vida humana científicamente y
jugar a ser Oráculos de nuestra vida es al mismo tiempo un juego inútil y
peligroso, el hombre nos sorprende con “innovaciones libres e impremeditadas”,
mientras que la racionalidad en la ciencia política solo serviría para entender
los actos que el hombre ya ha cometido a la vez que es incapaz para determinar
lo que va a hacer en el futuro. Los sociólogos estructuralistas del siglo XX,
pese a haber conocido diversas ruputras
sociales previamente, fueron incapaces de prevenir, quizás siquiera de imaginar
la ruptura social que se “inventó” el movimiento hippie en la década de los 60.
Poco mejor que decir de los enfoques marxistas, cuyó máximo gurú, tras hacer un
novedoso y brillante aporte como historiador y como sociólogo, apenas pudo dar
pie con bola al tratar de adivinar como el movimiento obrero que el alenta va a
seguir los pasos de la contestación que el propone al sistema capitalista, el
cual por por el mero hecho de sentirse amenazado por los nuevos postulados
ideológicos que el marxismo adelanta, (y de la hoja de ruta que propone para
ellos) es capaz de modificar su dinámica desgarradora, suavizando la
explotación y preparando defensas especificas contra los anuncios de revolución
marxista, esquivando así el primer y a la postre único golpe que este
movimiento tenía para él.
“La gente no
cree que sus polítologos sean capaces de anticipar lo que la política les va a
traer en el porvenir”
La ciencia nos
dirige a velocidades vertiginosas hacia unos destinos que ni siquiera imaginamos.
Si no hemos sido capaces de la predicción cuando la historia era inmutable
(largos siglos de edad media o sistemas sociales cerrados y permutables),
cuesta creer que nadie pueda si quiera avistar salvo por azaar lo que el futuro
nos depara en una época en la que el pasado siglo XX ha crecido científicamente
a la velocidad de los casi 3000 años que nos separan de los griegos y los
romanos. Donde hemos experimentado nacismo y comunismo como acompañantes de
baile de la siempre mutable y extraña democracia, a la vez que hemos dibujado unas cuantas decenas de probables
sistemas de gobierno. Ni siquiera en el
“Nosotros” del escritor ruso A.Zamiatin, donde el estado totalitario que
describe controla hasta los elementos ambientales vamos a encontrar la certeza
del mañana. George Orwell, quizá el mas oscuro de los anti utópicos lanza la
atrevida sugerencia de la
Neo-lengua , en la que solo perdiendo la capacidad de
confeccionar las ideas revolucionarias serémos incapaces de dejar que la
libertad inherente al ser humano, libertad entendida como actividad
impredecible a priori, fluye y eche por tierra todas las aventuradas teorías
políticas que nos describen como será el mañana. Entre que el Ojo Orwelliano
consigue estrechar del todo su vigilancia habrá que encontrar otros caminos.
Novedades
democráticas: Desde la aparición de la teoría democrática es posible encontrar
postulados que se acepten como verdaderos sin necesidad de demostración, los
cuales servirán en principio como cimientos a partir de los cuales se construirá
en una u otra dirección pero sin los cuales el edificio teórico-político no es
admitido como posible. La construcción que se ha llevado a la practica,
desvirtuando la democracia genuina a derivado en una lucha por la acumulación y
la gestión del poder emergente que se realiza de forma agresiva, donde una vez
mas las élites que previamente coparon otros sistemas invaden también el recién
formado, cambiando simplemente los requisitos para formar la élite. Ya no es un
sistema cerrado, al que se accede por familia o etnia o religión, ahora será
flexible, incorporando a los elementos mas destacados de los individuos que no
pertenezcan a la élite, para fortalecerla y a la vez debilitar la inestabilidad
que estos pudieran crear en el estadio inferior de la sociedad, así como al
mismo tiempo y por el mismo motivo, se van a eliminar o desechar a los
herederos no aptos, en lo que es un mecanismo de depuración higienico y no
violento basado en la ilusión de igualdad de oportunidades. Al mismo tiempo la
ciudadanía, conocedora del proceso, al menos de sus grandes rasgos, lo
consiente y casi lo alienta al posicionarse como eterna aspirante, envidiando y
deseando la suerte del poderoso, y dispuesta a sustituirlo al menor tropiezo,
cambiando en tan solo un instante el discurso de hombre oprimido por el traje
de lobo opresor en el mismo instante que tuviera la posibilidad real de
hacerlo. El poder, revestido de una capa de legitimidad democrática, para lo
cual a veces se ha de bifurcar en dos cabezas (o en dos partidos políticos) a
convocado al ciudadano a la apatía, al sedentarismo, al conformismo, cuidándose
de que los índices de desafección política o de desconfianza se mantengan en
unos márgenes aceptablemente seguros para la estabilidad del sistema. Han
descubierto que el riego por goteo es la mas segura y eficiente forma de
alimentación, el pago a plazos de la libertad es aceptable por el grueso de la
población si el circo sigue moviéndose , solo un sonido abrupto, provocado
probablemente por un exceso de confianza cometido por parte de este nuevo grupo
“gestor” del poder lograría despertar el proceso de cambio que a veces sería
deseable. Pero la esperanza no es grande, ya que hoy en dia las elites
anticuadas son desplazadas por unas élite mas modernas, subidas al carro de la
modernidad científica, ya que si bien quizá la ciencia polítca como derivación
de la ciencia social, no es capaz de articular una teoría completa sobre el ser
humano. Pero esta ciencia social si es experta en el estudio del caso, en el
marketing político y en la asesoría de imagen. Nuestros liederes, no solo
políticos sino también financieros saben en cada momento la repercusión que
tiene cada decisión suya en cada momento. En este nuevo sistema, todavía
democrático y por ende, todavía el menos malo de los posibles pero sin duda
nunca el mejor, se ha perdido la
profundidad de decisión que aportaban los viejos buenos políticos, aunque nunca
hubo tantos de estos como hubiera sido deseable. Declaraciones de antaño, como
la promesa de W. Churchill de hacer padecer a los británcios bajo sangre sudor
y lagrimas sería hoy un sucidio polítco de cualquier líder consolidado, (y
quizás una baza de un agresivo marketing político puesta en marcha por un
candidato minoritario que nada tiene a que perder) que solo aspira a mantener
las encuestas a rayas durante un mandato mas, para con suerte volver a lograr
otro pequeño mandato, dándose que políticos que sobreviven en el poder durante largos periodos, no son capaces de alzar
la vista no ya en el largo plazo, sino en el tiempo minimo imprescindible que
toda decisión necesita para su diseño, implantación, ejecución y control. Se
gobierna par hoy y el mañana no existe, el ciudadano tampoco lo espera,
seguimos la única via racional, que es el “chequeo constante”, conscientes de
la presencia omnipresente de la muerte, la sociedad se hunde bajo su presencia
o la ignora como si no existiera. No se logra un punto de dulce racionalidad,
en la que esa idea de la muerte venidera,
aunque aceptada, todavía molesta con su presencia, pero la vez mueve a la acción, hace que merezca la pena
vivir una vida plena, y a la vez, por efímera, no sea tan importante aferrarse
a ella a costa de perder toda su intensidad. Vivmos en fin en un mundo con
“rasgos despóticos aunque con grandes coartadas superficiales, ya no nos
detenemos en nuestro fuero interno por miedo a ver que está vacio, o incluso
peor, el vació que miramos es en parte tranquilizador. A medio camino entre
maquinas y plantas debería estar el hombre.
La evolución
cientifica, si bien en ciertos aspectos concretos debe ser tomada con cautela y
escepticismo, no es en general un fenomeno a despreciar, como si lo es el hecho
de que asociado a esta evolución aparezca la vorágine de la técnica que
desplaza a un plano inferior de “los afectos y los sentimientos del
razonamiento humano”, dado que la comodidad tecnológica puede provocar la
absurda complaciencia de querer evitarse cualquier suerte de pensamiento
comlicado, dicho de otra manera, implicaciones filosóficas en la regulación del
dia a día tanto social como política. En este entorno el proceso cultural de la
sociedad ha caido en la corrupción del sistema de mercado, lejos quedan los
monjes medievales que actuando como club exclusivo gestionaba y mantenia el
patrimonio cultural, o la expansión de la misma con el renacimiento y luego la
ilustración donde la cultura quedaba en manos del pueblo y entre todos se
gestionaba. Ahora, sujeta a las mismas leyes de mercado que el resto de
articulos de ocnsumo, se impone las salas de cine mas grandes para mas
espectadores, los best Sellers con mas copias vendidas y el fetichismo de un
artista o un cocinero para una temporada primavera-verano, y tal como ocurre en
otros campos, como cuando la agricultura de explotación consume las oportunidades
de otras especies, la diversidad se pierde y el valor real de la cultura basado
en su variedad cae bajo minimos. A esto se le puede sumar la caótica dirección
espiritual de la gente, donde se ha conseguido superar el fanatismo religioso
para caer en las brasas del fanatismo personal, donde cualquier consumidor
occidental es fiel seguidor del budismo igual que lo puede ser del té verde, es
decir, de minusculas conceptuaciones sobre aspectos diversos de la vida ser
extrapolan sistemas completos de actuación que rigen ahora a las personas a
falta de una referencia estable. Entre tanto, la ciencia política se acerca de
una forma excesivamente resbaladiza a una sociedad inmersa mas que nunca en un
periodo puro de praxis, en el que
solo lo funcional importa y donde es vista como extraña cualquier articulación
complejamente teórica en una época donde ya vimos fracasar a las grandes
ideologías y donde quizás crisis tras crisis, veamos fracasar también el último
bastión de las ideas democráticas o quizás solo sucumbamos a la versión
corrupta de este sistema, facciones de esa misma democracia, seguidores del
gris claro o del gris oscuro gritan consignas que son cortinas de humo que
incendian el sentido común e impiden el acceso al lugar público de debate, al
consenso y al entendimiento, a la tolerancia de las ideas del otro y a la
convivencia pacifica de ideales como conceptos articulados en el sistema de
vida común.
Es destacable la
subjetividad de la oratoria tanto en la praxis como en la teoría política,
mientras unos ensucian su discurso, camuflandolo y haciendo complejos sofismos
sobre el estado real de las cosas, los otros aspiran a matematizar el lenguaje
en un plano asépctico y limpio que haga de las sentencias verdades absolutas de
la ciencia, entre medias se pierde el camino de la sensatez, el de la
inexactitud completa y el de la subjetividad humana, en definitiva, el camino
de la filosofía a favor del camino científico. Por tanto se `pierde la
inventiva en beneficio del monocromo científico lo que conlleva la perdida de
la vitalidad ideológica que tan necesaria se hace en épocas oscurantistas de la
vida social. El valor de los datos cualitativos ha sido desprestigiado, si es
cierto que los estudios hechos en ciencia política, ha partir de la deriva de
su rumbo en ocasiones ha contribuido a un conocimiento mas profundo de las
instituciones de que nos hemos dotado y a la reforma del Estado basado en ese
conocimiento, pero las formas de vivir y su estudio, es decir todo conocimiento
en el que entren las “pasiones, los sueños, las fantasías, la filosofia o el
arte” han sido desprestigiados si no cuentan con una rigurosa metodología que
respalde los resultados y ahora, en este mundo racional se busca que todo
comportamiento tenga su porqué. Como hemos dicho antes, si cada partícula de
este universo tiene un rumbo marcado desde el estallido del Big Bang, es
posible deducir que el universo humano es solo un subgrupo de ese gran conjunto científico, pero pretender estar en condiciones de analizarlo científicamente,
o cualquier acción que supere la mera especulación sobre el valor real de esta
hipótesis entra en el terreno de lo absurdo y del despilfarro de medios
económicos y humanos en investigación, lo que no obsta tener este hecho en
mente, mas como fin que como camino inmediato.
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