lunes, 23 de julio de 2012

El estado actual de la Ciencia Política: Perspectivas de Futuro


1.       Política de abandonos:
Hoy en día la politología tiende a la intrascendencia, a la vacuidad. Lo que otrora pudo ser un útil instrumento en manos de mentes emprendedoras hoy apenas es un complejo amasijo de hierros de donde se ha tornado imposible extraer respuestas claras y concisas, callejón sin salida en el que la política es cada vez mas insustancial y lejana a ojos de la gente común, aunque no hayamos decidido aún, pagados de nosotros mismos, abrir la ventana y dejar entrar el aire nuevo y fresco que ventile la profesión con nuevas visiones y enfoques.
Limitaciones de la ciencia: La ciencia humana, tal como hace con mas suerte la ciencia natural, ha intentado aproximarse al estudio del futuro de forma empírica, para ello ha gastado enormes esfuerzos y recursos que sin duda hubieran estado mejor aprovechados en otros quehaceres. Su fracaso está íntimamente relacionado con la forma de acercarse a la predicción, analizando el pasado, destacando sus hechos notables y esperando que, dado el mismo caso, este se repita, permitiendo así esta actitud pseudocientífica, un absurdo descontrol de las innumerables variables que afectan a la realidad social, política y económica y que todavía no han sido enteramente recogidas por la ciencia humana, sin contar con el prisma distorisionador que es el ojo humano y que corrompe la visión de las pocas variables que si hemos podido controlar. Isaac Asimov introduce para una de sus novelas futuristas una nueva ciencia imaginaría, que el denomina Psico-Historia y que nosotros podíamos definir como Sociología Matemática, (o absoluta, o exacta) gracias a la cual, a una macro escala galáctica se soluciona el problama de la predicción del futuro gracias a los recursos estadísticos que proporciona una humanidad compuesta por trillones de personas repartidas en millones de mundos, y aun con todo el hombre solo es predecible a la manera de los gases, sabemos de su tendencia como conjunto, dados ciertos factores ambientales, pero ignoramos las reglas que dirigen su movimiento individual (cada partícula), o como bien explica el autor:
“Somos libres para ejecutar las tendencias estadísticas”.
O de otra forma:
“Las leyes de hierro se cumplen a gran escala, como la curva de campana de Gauss, sin que ello imponga una merma de libertad para el individuo aislado.
Si aplicamos a esto una forma determinista de pensar, encontraremos que tras el Big Bang quedan establecidas las leyes físicas que gobernarán nuestro universo, por lo tanto también las leyes de los hombres, que al fin y al cabo solo somos “agua y tierra” serán descifradas algún dia, de ahí a que en este tiempo y en este planeta estemoss cerca de descubir que puede pasar mañana aplicando el rigor científico media un abismo.
De vuelta al incipiente siglo XXI encontramos que explicar la vida humana científicamente y jugar a ser Oráculos de nuestra vida es al mismo tiempo un juego inútil y peligroso, el hombre nos sorprende con “innovaciones libres e impremeditadas”, mientras que la racionalidad en la ciencia política solo serviría para entender los actos que el hombre ya ha cometido a la vez que es incapaz para determinar lo que va a hacer en el futuro. Los sociólogos estructuralistas del siglo XX, pese a haber conocido  diversas ruputras sociales previamente, fueron incapaces de prevenir, quizás siquiera de imaginar la ruptura social que se “inventó” el movimiento hippie en la década de los 60. Poco mejor que decir de los enfoques marxistas, cuyó máximo gurú, tras hacer un novedoso y brillante aporte como historiador y como sociólogo, apenas pudo dar pie con bola al tratar de adivinar como el movimiento obrero que el alenta va a seguir los pasos de la contestación que el propone al sistema capitalista, el cual por por el mero hecho de sentirse amenazado por los nuevos postulados ideológicos que el marxismo adelanta, (y de la hoja de ruta que propone para ellos) es capaz de modificar su dinámica desgarradora, suavizando la explotación y preparando defensas especificas contra los anuncios de revolución marxista, esquivando así el primer y a la postre único golpe que este movimiento tenía para él.
“La gente no cree que sus polítologos sean capaces de anticipar lo que la política les va a traer en el porvenir”
La ciencia nos dirige a velocidades vertiginosas hacia unos destinos que ni siquiera imaginamos. Si no hemos sido capaces de la predicción cuando la historia era inmutable (largos siglos de edad media o sistemas sociales cerrados y permutables), cuesta creer que nadie pueda si quiera avistar salvo por azaar lo que el futuro nos depara en una época en la que el pasado siglo XX ha crecido científicamente a la velocidad de los casi 3000 años que nos separan de los griegos y los romanos. Donde hemos experimentado nacismo y comunismo como acompañantes de baile de la siempre mutable y extraña democracia, a la vez que hemos  dibujado unas cuantas decenas de probables sistemas de gobierno.  Ni siquiera en el “Nosotros” del escritor ruso A.Zamiatin, donde el estado totalitario que describe controla hasta los elementos ambientales vamos a encontrar la certeza del mañana. George Orwell, quizá el mas oscuro de los anti utópicos lanza la atrevida sugerencia de la Neo-lengua, en la que solo perdiendo la capacidad de confeccionar las ideas revolucionarias serémos incapaces de dejar que la libertad inherente al ser humano, libertad entendida como actividad impredecible a priori, fluye y eche por tierra todas las aventuradas teorías políticas que nos describen como será el mañana. Entre que el Ojo Orwelliano consigue estrechar del todo su vigilancia habrá que encontrar otros caminos.
Novedades democráticas: Desde la aparición de la teoría democrática es posible encontrar postulados que se acepten como verdaderos sin necesidad de demostración, los cuales servirán en principio como cimientos a partir de los cuales se construirá en una u otra dirección pero sin los cuales el edificio teórico-político no es admitido como posible. La construcción que se ha llevado a la practica, desvirtuando la democracia genuina a derivado en una lucha por la acumulación y la gestión del poder emergente que se realiza de forma agresiva, donde una vez mas las élites que previamente coparon otros sistemas invaden también el recién formado, cambiando simplemente los requisitos para formar la élite. Ya no es un sistema cerrado, al que se accede por familia o etnia o religión, ahora será flexible, incorporando a los elementos mas destacados de los individuos que no pertenezcan a la élite, para fortalecerla y a la vez debilitar la inestabilidad que estos pudieran crear en el estadio inferior de la sociedad, así como al mismo tiempo y por el mismo motivo, se van a eliminar o desechar a los herederos no aptos, en lo que es un mecanismo de depuración higienico y no violento basado en la ilusión de igualdad de oportunidades. Al mismo tiempo la ciudadanía, conocedora del proceso, al menos de sus grandes rasgos, lo consiente y casi lo alienta al posicionarse como eterna aspirante, envidiando y deseando la suerte del poderoso, y dispuesta a sustituirlo al menor tropiezo, cambiando en tan solo un instante el discurso de hombre oprimido por el traje de lobo opresor en el mismo instante que tuviera la posibilidad real de hacerlo. El poder, revestido de una capa de legitimidad democrática, para lo cual a veces se ha de bifurcar en dos cabezas (o en dos partidos políticos) a convocado al ciudadano a la apatía, al sedentarismo, al conformismo, cuidándose de que los índices de desafección política o de desconfianza se mantengan en unos márgenes aceptablemente seguros para la estabilidad del sistema. Han descubierto que el riego por goteo es la mas segura y eficiente forma de alimentación, el pago a plazos de la libertad es aceptable por el grueso de la población si el circo sigue moviéndose , solo un sonido abrupto, provocado probablemente por un exceso de confianza cometido por parte de este nuevo grupo “gestor” del poder lograría despertar el proceso de cambio que a veces sería deseable. Pero la esperanza no es grande, ya que hoy en dia las elites anticuadas son desplazadas por unas élite mas modernas, subidas al carro de la modernidad científica, ya que si bien quizá la ciencia polítca como derivación de la ciencia social, no es capaz de articular una teoría completa sobre el ser humano. Pero esta ciencia social si es experta en el estudio del caso, en el marketing político y en la asesoría de imagen. Nuestros liederes, no solo políticos sino también financieros saben en cada momento la repercusión que tiene cada decisión suya en cada momento. En este nuevo sistema, todavía democrático y por ende, todavía el menos malo de los posibles pero sin duda nunca el mejor,  se ha perdido la profundidad de decisión que aportaban los viejos buenos políticos, aunque nunca hubo tantos de estos como hubiera sido deseable. Declaraciones de antaño, como la promesa de W. Churchill de hacer padecer a los británcios bajo sangre sudor y lagrimas sería hoy un sucidio polítco de cualquier líder consolidado, (y quizás una baza de un agresivo marketing político puesta en marcha por un candidato minoritario que nada tiene a que perder) que solo aspira a mantener las encuestas a rayas durante un mandato mas, para con suerte volver a lograr otro pequeño mandato, dándose que políticos que sobreviven en el poder  durante largos periodos, no son capaces de alzar la vista no ya en el largo plazo, sino en el tiempo minimo imprescindible que toda decisión necesita para su diseño, implantación, ejecución y control. Se gobierna par hoy y el mañana no existe, el ciudadano tampoco lo espera, seguimos la única via racional, que es el “chequeo constante”, conscientes de la presencia omnipresente de la muerte, la sociedad se hunde bajo su presencia o la ignora como si no existiera. No se logra un punto de dulce racionalidad, en la que esa idea de la muerte venidera,  aunque aceptada, todavía molesta con su presencia, pero la vez  mueve a la acción, hace que merezca la pena vivir una vida plena, y a la vez, por efímera, no sea tan importante aferrarse a ella a costa de perder toda su intensidad. Vivmos en fin en un mundo con “rasgos despóticos aunque con grandes coartadas superficiales, ya no nos detenemos en nuestro fuero interno por miedo a ver que está vacio, o incluso peor, el vació que miramos es en parte tranquilizador. A medio camino entre maquinas y plantas debería estar el hombre.
La evolución cientifica, si bien en ciertos aspectos concretos debe ser tomada con cautela y escepticismo, no es en general un fenomeno a despreciar, como si lo es el hecho de que asociado a esta evolución aparezca la vorágine de la técnica que desplaza a un plano inferior de “los afectos y los sentimientos del razonamiento humano”, dado que la comodidad tecnológica puede provocar la absurda complaciencia de querer evitarse cualquier suerte de pensamiento comlicado, dicho de otra manera, implicaciones filosóficas en la regulación del dia a día tanto social como política. En este entorno el proceso cultural de la sociedad ha caido en la corrupción del sistema de mercado, lejos quedan los monjes medievales que actuando como club exclusivo gestionaba y mantenia el patrimonio cultural, o la expansión de la misma con el renacimiento y luego la ilustración donde la cultura quedaba en manos del pueblo y entre todos se gestionaba. Ahora, sujeta a las mismas leyes de mercado que el resto de articulos de ocnsumo, se impone las salas de cine mas grandes para mas espectadores, los best Sellers con mas copias vendidas y el fetichismo de un artista o un cocinero para una temporada primavera-verano, y tal como ocurre en otros campos, como cuando la agricultura de explotación consume las oportunidades de otras especies, la diversidad se pierde y el valor real de la cultura basado en su variedad cae bajo minimos. A esto se le puede sumar la caótica dirección espiritual de la gente, donde se ha conseguido superar el fanatismo religioso para caer en las brasas del fanatismo personal, donde cualquier consumidor occidental es fiel seguidor del budismo igual que lo puede ser del té verde, es decir, de minusculas conceptuaciones sobre aspectos diversos de la vida ser extrapolan sistemas completos de actuación que rigen ahora a las personas a falta de una referencia estable. Entre tanto, la ciencia política se acerca de una forma excesivamente resbaladiza a una sociedad inmersa mas que nunca en un periodo puro de praxis, en el que solo lo funcional importa y donde es vista como extraña cualquier articulación complejamente teórica en una época donde ya vimos fracasar a las grandes ideologías y donde quizás crisis tras crisis, veamos fracasar también el último bastión de las ideas democráticas o quizás solo sucumbamos a la versión corrupta de este sistema, facciones de esa misma democracia, seguidores del gris claro o del gris oscuro gritan consignas que son cortinas de humo que incendian el sentido común e impiden el acceso al lugar público de debate, al consenso y al entendimiento, a la tolerancia de las ideas del otro y a la convivencia pacifica de ideales como conceptos articulados en el sistema de vida común.
Es destacable la subjetividad de la oratoria tanto en la praxis como en la teoría política, mientras unos ensucian su discurso, camuflandolo y haciendo complejos sofismos sobre el estado real de las cosas, los otros aspiran a matematizar el lenguaje en un plano asépctico y limpio que haga de las sentencias verdades absolutas de la ciencia, entre medias se pierde el camino de la sensatez, el de la inexactitud completa y el de la subjetividad humana, en definitiva, el camino de la filosofía a favor del camino científico. Por tanto se `pierde la inventiva en beneficio del monocromo científico lo que conlleva la perdida de la vitalidad ideológica que tan necesaria se hace en épocas oscurantistas de la vida social. El valor de los datos cualitativos ha sido desprestigiado, si es cierto que los estudios hechos en ciencia política, ha partir de la deriva de su rumbo en ocasiones ha contribuido a un conocimiento mas profundo de las instituciones de que nos hemos dotado y a la reforma del Estado basado en ese conocimiento, pero las formas de vivir y su estudio, es decir todo conocimiento en el que entren las “pasiones, los sueños, las fantasías, la filosofia o el arte” han sido desprestigiados si no cuentan con una rigurosa metodología que respalde los resultados y ahora, en este mundo racional se busca que todo comportamiento tenga su porqué. Como hemos dicho antes, si cada partícula de este universo tiene un rumbo marcado desde el estallido del Big Bang, es posible deducir que el universo humano es solo un subgrupo de ese gran conjunto científico, pero pretender estar en condiciones de analizarlo científicamente, o cualquier acción que supere la mera especulación sobre el valor real de esta hipótesis entra en el terreno de lo absurdo y del despilfarro de medios económicos y humanos en investigación, lo que no obsta tener este hecho en mente, mas como fin que como camino inmediato.

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