DE LA AUTARQUÍA A LA CRISIS DE LOS SETENTA.
Los
casi 40 años de dictadura franquista no son homogéneos, el periodo está marcado
por dos situaciones críticas en el plano económico e institucional. El modelo
autárquico de la postguerra y la crisis de mediado de los setenta. Entre medio
un crecimiento forzado marcado por los Planes de Desarrollo.
a.
Autarquía,
crisis y Plan de Estabilización (1940-1963). Este periodo se caracteriza por el
marcado intervencionismo gubernamental y el aislamiento exterior, forzado por
las circunstancias, si, pero también por los principios económicos que asume el
régimen tras la contienda. Aunque a finales de los 50 se había conseguido salir
del estancamiento, lo que se refleja en una tasa anual media de crecimiento del
PN por encima del 5% y un crecimiento de la producción, este patrón de
crecimiento era insostenible. Por 3 motivos: el creciente desequilibrio en las
cuentas exteriores, con importaciones desorbitadas. La creciente inflación a
partir de 1955 y el comportamiento desordenado del sector público, con
creciente déficit presupuestario. A finales de los 50 la situación era critica,
alejada del modelo europeo (asentamiento de OI, consolidación de la economía
social de mercado, estabilización económica y convertibilidad entre monedas y
firma de Roma 57)
Surge
entonces el PLAN DE ESTABLILIZACIÓN de 1959, fijando una reorientación
estratégica que liberara la economía del rígido intervencionismo existente,
alineándose con las economías de mercado y abriéndola al exterior.
Plan del 59:
Objetivos:
Situar la economía en línea con los demás países del mundo occidental y
liberarla de intervenciones innecesarias.
Contexto
de apoyo: Formación de un Gobierno sólido en 1957 // Amplio consenso entre las
instituciones españolas // Asesorado y apoyado por OEI.
Políticas
de ajuste:
Orientadas al equilibrio presupuestario y a la
estabilidad monetaria interior: Reforma fiscal con incremento de ingresos
públicos // Topes de gasto en los presupuestos // Restricción del crecimiento
monetario // Contención de la demanda interna
Orientadas
al equilibrio externo y a la estabilidad monetaria exterior: Integración de la moneda
española en el sistema monetario internacional // restricción a las
importaciones + fomento de las exportaciones // aumento de la entrada de
divisas.
Reformas
estructurales: Apertura e integración exterior (Adhesión al FMI, Banco Mundial,
etc.) // Liberalización de los sistemas de pagos exteriores // Elaboración de
un nuevo Arancel ajustado a las convenciones de Bruselas, aunque todavía
proteccionista. Racionalización del aparato político-administrativo.
Flexibilización del sistema productivo y del mercado de trabajo. En resumen, el
modelo autárquico queda totalmente agotado y el Plan del 59 supone una operación
de envergadura que reordena la economía española, con resultados netamente
positivos.
b.
Etapa
de los Planes de Desarrollo: Desde el 63/64 hasta el 73, supone la puesta en
marcha de los Planes de Desarrollo, que nacen tras el informe del Banco Mundial
sobre la situación y el potencial desarrollo de la economía de España. Su
esencia era la programación de políticas de desarrollo para periodos de cuatro
años, con carácter vinculante para el sector público e indicativo para el
privado. El Organismo responsable era la Comisaría del Plan de Desarrollo, que
actuaba como superministerio de economía, Se elaboraron cuatro pero solo se
aplicaron los tres primeros. (Cuadro pag.19). El balance general de estos
planes puede considerarse positivo, ya que ayudaron a la expansión de la
producción y el cambio estructural de la economía española, por el contrario se
señalan como aspectos negativos la dispersión de objetivos y el incumplimiento
de programas. La fase de Planes coincide con la expansión económica internacional,
la edad de oro del Estado del Bienestar. La economía española en esta época se
va a caracterizar por:
-
Notable crecimiento, de hasta un 6,5%, del PIB, pero bastante errático
y con oscilaciones
-
Generación de empleo moderada
-
Alto grado de inestabilidad en la evolución de los precios. Provocó
medidas de ajuste anti inflacionista o stop and go.
-
Fragilidad en la balanza de pagos y déficit exterior.
En
resumen, la etapa de los Planes de Desarrollo supuso un proceso de crecimiento
acelerado y cambio estructural, acompañado de desequilibrios en los años
sesenta que sin embargo fueron mejorando en los primeros setenta, época en la
que la economía española ha presentado sus mejores resultados conjuntos en todas
las variables analizadas.
c.
Crisis
y transición: El periodo de bonanza económica se trunca con la crisis del
petróleo y con la crisis política interna que vive España en los últimos
compases de la dictadura, con el tiempo se ha llegado a entender que se estaba
produciendo una autentica ruptura del sistema económico. (Bretton Woods). Además se empieza a producir
una auténtica revolución tecnológica. Ambas crisis se solapan (la española y la
internacional) y se llega al periodo de la transición en una fase de
inestabilidad e incertidumbre, donde los problemas económicos se van agravando
hasta alcanzar niveles críticos. Varias notas definen este periodo:
-
Caída sustancial de crecimiento de la producción.
-
Descenso continuado del nivel de empleo a partir de 1975.
-
Presiones inflacionistas en continuo aumento
-
Elevado desequilibrio externo, caída de las reservas de divisas, se
recurre a la deuda externa.
Por lo
tanto en 1977 la situación se podía considerar crítica, además los problemas
asociados a la transición política sumaron cierto desorden, donde la
multiplicidad de paquetes de medidas económicas contradictorios y zigzagueantes
no son sino manifestaciones de la falta de rumbo ante una situación desbordada.
Será tras las elecciones de 1977 cuando se pongan en marcha un fuerte conjunto
de medidas para afrontar la crisis. Programa de saneamiento y Pactos de Moncloa
(pag24). Medidas de choca para ajustar el peligroso rumbo de las magnitudes
económicas básicas.
Estas medidas tuvieron cierto éxito:
-
Las tendencias a una inflación desbordada se truncan: el IPC cae
un10% en 2 años.
-
Las cuentas exteriores mejoran apreciablemente: se reduce el deficit
comercial y aumenta espectacularmente el saldo servicios.
Así como también entrañaron ciertos costes en
crecimiento y empleo.
Sin embargo, los éxitos del programa no
impidieron que poco a poco se fuera diluyendo, lo que tuvo que ver con la
resistencia de algunos sectores a la profundización de las reformas propuestas
y a la ruptura del consenso político que propició el acuerdo. Si bien los años
del 80 al 82 suponen un paréntesis, en el plano de corrección de los desequilibrios macroeconómicos los primeros años
del PSOE se sienten positivamente en la inflación y en el crecimiento exterior,
pero no en otros frentes abiertos.
d.
Conclusiones:
-
La economía española experimenta un proceso de crecimiento acelerado
en el cuarto de siglo transcurrido entre los últimos cincuenta y los primeros
ochenta, periodo que se enmarca entre dos etapas de crisis y transición.
-
El crecimiento viene acompañado de notables transformaciones
estructurales que modifican la matriz de organización y funcionamiento de la
economía española. Pasa de la base agraria al desarrollo de industria y
servicios. Incremento del uso del capital y mejora del capital humano y del
nivel tecnológico.
-
Elevación de la apertura exterior y de la integración territorial.
-
Se produce un proceso de urbanización y se polariza la residencia y la
actividad productiva hacia una serie de ejes de desarrollo.
-
El rápido crecimiento deja sentir ciertas inestabilidades y
desequilibrios no marginales de carácter recurrente.
-
La conciencia de los desequilibrios se percibe a través de shocks
externos.
-
Los dos programas de estabilización económica identifican como
problemas de fondo la necesidad de reestructurar el ordenamiento económico
optando por la liberalización, la flexibilización y la apertura.
LA INTEGRACIÓN EN LA COMUNIDAD EUROPEA
Con los años 80 se abre una nueva etapa para
la economía española con la firma del acuerdo de adhesión a la CE como hito, lo
que cambia sustancialmente los pilares institucionales de la economía española.
A lo que se suma el fin de las convulsiones internacionales y de la transición
interna. En enero de 1986 se produce la integración y se abre una dinámica de
transformación profunda.
a)
Los escenarios de referencia:
Se pueden señalar una serie de escenarios en
los que se sitúa la reestructuración del orden económico internacional.
-
Actitud general a favor del relanzamiento ordenado del comercio y las
relaciones económicas internacionales, superando las tentaciones
neoproteccionistas. La apertura de la Ronda Uruguay en el seno del GATT la creación de la OMC.
-
En el plano monetario, un nuevo orden que sustituye a Bretton Woods,
espablecimiento de areas de referencia de las principales divisas
internacionales, se evita los problemas asociados a la volatilidad del tipo de
cambio. Instutucionalización del Sistema monetario Europeo.
-
Tendencia al desarrollo de procesos de integración económica regional.
-
Progresiva globalización de los procesos económicos.
-
Revolución tecnológica.
-
Flexibilidad de los sistemas productivos para adaptarse a los cambios
del entorno,
-
Irrupción de los nuevos países industrializados o países emergentes,
con alta agresividad exportadora.
-
Preocupación por la estabilidad y el equilibrio de las variables macro
consideradas fundamentales así como la búsqueda de la eficiencia en la
asignación de recursos como principio básico del sistema económico.
Todos estos referentes se reflejan en la
dinámica que ha seguido la CE, la firma del Acta única en el 86 supuso el
inicio del mercado interior desde su entrada en vigor un año mas tarde, que fue
acompañado de unas series de políticas comunitarias orientadas a la
convergencia momentaria, la cohesión económica y social, etc. Mas tarde, en
1989 el Informe delors sobre la UEM sentará la base del TUE de Maastrich del
92, que define el proceso de constituciónpaulatina de un autentico espacio
económico integrado por la libertad de circulación de bienes, servicios y
personas. A esto se añade una convergencia previa de algunas magnitudes
económicas fundamentales y a la ampliación a quince del número de miembros y
posteriormente otros países del centro y el este de europa.
b)
Los problemas a resolver y la estrategia de la política económica.
El Programa Económico a Medio plazo fija el
objetivo central del Gobierno socialista en la generación de empleo subordinado
al alcance de unos objetivos intermedios muy precisos, tales como la reducción
de la inflación, del déficit exterior, del déficit publico y al incremento de
la inversión privada. Por otra parte, los desequilibrios de la economía
española tal como lo entiende este Progtama, se centran en las excesivas alzas
salariales, el elevado defecit de la Admin P. consecuencia de un gasto público
desbordado. La idea es pues formular una estrategia global en la que se
incluyeran de forma consistente los ajusten necesarios para el equlibrio
macroeconómico, junto con las reformas necesarias para la modernización del
sistema económico y su adaptación al nuevo entorno en el que ahora participa
ela economía española. El horizonte temporal del Programa será de cuatro años
con revisión anual en función del cambio de escenarios y de resultados
alcanzados.
Contemplaba a su vez los siguientes problemas
de fondo:
-
Ajuste energético, proceso de racionalización y eficiencia que
redujera la dependencia externa de España.
-
Necesidad de reconversión industrial, modernización y transformación
de la agricultura y apostar por los
llamados sectores de futuro. Falta de competencia en el sector servicios.
-
Rigidez en los mecanismos de contratación laboral y consecuencia de
los costes laborales en cuanto al mercado de trabajo, falta de adecuación
funcional del sistema educativo y de formación profesional.
-
Necesidad de sanear el sector público empresarial
-
Necesidad de revisión del sistema de la Seguridad Social, anticipando
los desequilibrios financieros.
-
Problemas específicos institucionales y estructurales que afectan a
las PYMES.
-
Preocupación por la mejora de las infraestructuras físicas y la
dotación de capital humano y capacidad tecnológica.
c)
La evolción de la economía española tras la integración.
El año 1985se puede tomar como punto en el
que se abre una nueva etapa en el desarrollo de la economía española. El nuevo
gobierno había terminado por asumir los principios de actuasción auspiciados
por las instituciones internacionales, consagrándose al pricnipio rector del
saneamiento o ajuste, a través de un conjunto integrado de acuaciones que
aseguraran el equilibrio económico interno y externo. La clave para el
relanzamiento de la actividad se cifraba en la inversión privada y de manera
secundaria en la demanda exterior, como elemento catalizador se confiaba en el
ingreso en la CEE.
En la primavera del 85 se adoptarán una serie
de medidas que tenían como meta el estimulo del consumo privado y la
recuperación de la inversión privada mediante el incentivo fiscal. A partir de
1986 la economía española entra en una senda de expansión sostenida a un ritmo
apreciable. La demanda interior juega un papel importante, pero hay que
subrayar el fuerte consumo nacional tanto público como privado, lo que traería
ya en los 90 efectos perversos o al incidir en la caída del ahorro nacional en
el 88 y en la tensión inflacionista del 89 y en un nuevo desajuste de las
cuentas exteriores. Todo esto nos deja una lección relativa a lso peligros de
la inconsistencia entre las políticas de gasto y la política monetaria. El
saldo exterior volvió por tanto a los números rojos, por lo que volvia a
resurgir el déficit en la balanza de pagos. La necesidad de financiación se
cubría aparentemente por la entrada de capital extranjero, pero que tenían un
alto componente de volatilidad por lo que podía invertir sus signo como ocurrió
en los primeros noventa. La profucción agraria y pesquera se elevo
ligeramente,pero con fuertes oscilaciones encontrando su contrapunto en el
notable auge que experimentó la construcción, estimulada por el proceso de
formación de capital de esos años. El sector económico siguió la tendencia a la
terciarización de su estructura productiva. La recuperación del crecimiento
económico supuso la mejora de nivel de empleo en casi dos millones desde el 85
hasta el 91, la productividad siguió elevándose esos años. La situación del
sector empresarial mejoró apreciablemente con la recuperación del excedente de
explotación, gracias al relanzamiento de las ventas y la contención de los
costes laborales y las ganancias de productividad. La bonanza general empieza a
truncarse a partir del 88/89 cuando se descubren signos de inflexión en la
senda del crecimiento saneado. En definitiva, los éxitos alcanzados por la
economía en torno al 85 nublaron la visión de los responsables gubernamentales
que hicieron olvidar las cuestiones estructurales pendientes, las fragilidades
tradicionales del modelo de crecimiento.
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